Tomás, el gato
Pasó, como generalmente ocurre en mi caso, que siempre hay algo q modifica cualquier plan que uno haya hecho. Pero esta vez no fue ni la flojera, ni mis achaques, nisiquiera que ayer nos atendieron super tarde en el doc y que al final fuimos al Easy a última hora y no compramos la cómoda.
Ocurrió como a las 12 de la noche, cuando estábamos relajadamente viendo E.R., Loop bien dormidita, la guatita llena y yo metida en mi cama, cuando empezamos a sentir un estornudo, un suspiro medio fatigado y pensamos q la niña se había levantado sonámbula a visitarnos. Entonces me di cuenta q el q hacía los ruidos era el gato, y cuando lo llamé para que me mirara vi que tenia su cara llena de sangre, el hocico abierto y apenas podía respirar. No se cómo pero me levanté en un segundo, me vestí y salimos con Marido volando a la veterinaria. No quería ni mirarlo mucho por q le veía su ojo derecho lleno de sangre y pensé que alguien le había disparado o algo así. El pobre tenía su cara tan inflamada que parecía un boxeador, apenas abría sus ojos y sangraba mucho por la nariz.
Llegamos y la doctora que estaba de turno lo limpió un poco y lo tocó para ver si tenía fractura. A simple vista no se notaba nada raro, su mandíbula se veía firme y lo raro era q sangraba y la verdad no sabíamos de donde. Al final, marido y la doctora determinaron que lo habían atropellado, por las peladuras del hocico y las uñas raspadas, así que nos mandaron a hacer radiografías y volver en la mañana de hoy para tener una mejor idea de que había pasado. Le pusieron analgésicos, antibióticos y antiinflamatorios, que empezaron a hacer efecto inmediato. Incluso pudimos notar que el ojo que sangraba estaba intacto, menos mal.
Nos trajimos al pobre gato que apenas se movía del dolor y el susto y lo dejamos dormir en la pieza, para poder observar si le venía alguna convulsión o si empezaba a respirar con más dificultad. Marido cayó en un profundo sueño y no se despertó nunca más, mientras yo prendí la luz unas 30 veces pa ver si el gato respiraba y cómo seguía. Aparte me levanté dos veces a ver a la Franloop que me llama y me pide que la haga dormir.
Desperté con dolor de cabeza y como el Tommy estaba considerablemente menos hinchado y mas tranquilo, nos levantamos igual tarde y fuimos a radiografiarlo. Al pobre le salía sangre de su ojo y se quejaba a veces. Nos dijeron que tenía una fractura a nivel de los dientes, pero nada grave y nos mandaron donde nuestra veterinaria de cabecera. La pendex que habia estado de turno de urgencia le había contado que habíamos ido con el gato y ella se alegró de verlo bien, a pesar de todo. Le puso mas medicamento y nos mandó a la casa con una lista de remedios y cremas para la herida del mentón.
Y aquí estamos, con el gato acostado y mi dolor de cabeza recién desapareciendo. Ahora vamos a ir al Homecenter a lo de la cómoda y a una fábrica de muebles para comparar precio/calidad.
A todo esto, gastamos cualquier plata en el gato!! pa variar ...